El rol de los padres en las actividades Montessori
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En el enfoque Montessori, el niño es protagonista de su aprendizaje. Pero esto no significa que los padres deban dejarlo solo con los materiales: su presencia es clave para garantizar seguridad, contención y libertad responsable.
1. Supervisión activa: indispensable para la seguridad
Muchos materiales Montessori incluyen piezas pequeñas, cuentas, cilindros o elementos que pueden manipularse y desarmarse. Esto es intencional, porque estas piezas entrenan la motricidad fina, la coordinación y la concentración.
Pero —y esto es fundamental— requieren supervisión activa del adulto.
Montessori nunca propone que un niño pequeño use materiales con piezas pequeñas sin un adulto cerca.
El rol del padre es:
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Estar presente y atento.
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Crear un ambiente seguro.
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Elegir materiales adecuados a la edad.
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No dejar al niño solo con elementos que puedan ser un riesgo.
Los materiales son seguros cuando se usan como corresponde: con el adulto acompañando.
2. Observar antes de intervenir
La observación es una herramienta central. Los padres primero miran:
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¿Qué intenta hacer el niño?
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¿Necesita ayuda o solo tiempo?
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¿Está concentrado, frustrado o explorando?
Observar evita interrupciones y permite que el niño aprenda de manera natural.
3. Preparar el ambiente
El adulto organiza un espacio accesible, ordenado y sereno:
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Materiales a la altura del niño.
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Un ambiente sin peligros.
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Actividades simples, bien presentadas.
El ambiente funciona como “segundo maestro”.
4. Acompañar con respeto, sin dirigir
Acompañar no es guiar cada paso. En Montessori:
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Se interviene solo cuando es necesario.
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No se corrigen errores mientras el niño explora.
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Se fomenta la autonomía sin sobreayuda.
El adulto da contención, no instrucciones constantes.
5. Promover la autonomía
La autonomía se construye con pequeñas tareas acordes a la edad:
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Guardar el material.
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Preparar una merienda sencilla.
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Vestirse con ropa fácil de manipular.
Cada logro fortalece la autoconfianza.
6. Valorar el proceso, no el resultado
Montessori pone el foco en el esfuerzo y la concentración, no en la perfección.
Comentarios como:
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“Trabajaste con mucha atención”
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“Te esforzaste mucho en esto”
Nutren la motivación interna.
Conclusión
Los materiales Montessori están diseñados para desarrollar habilidades reales, pero siempre deben usarse con la supervisión activa de un adulto, especialmente cuando contienen piezas pequeñas.
Acompañar no es dirigir: es observar, estar presente, crear un entorno seguro y permitir que el niño explore. Así, la autonomía y la seguridad avanzan de la mano.